La hora del almuerzo debe ser un momento de tranquilidad; una pausa para descansar, relajarse y reponer energía. Pero, por ser una de las comidas que habitualmente se realiza en el horario y en el lugar de trabajo, esto no siempre ocurre.
Aquí tienes 4 reglas para convertir el momento del almuerzo en una oportunidad para cuidar tu salud:
1. No comas en el escritorio.
Abandona el hábito de comer sentado en tu escritorio, frente al ordenador. Trata de buscar un lugar diferente al lugar de trabajo para desconectarte completamente de las tareas. Podría ser la cocina o el comedor de la empresa, una cafetería, un restaurante o incluso, si el clima lo permite, un parque o una plaza cercanos.
2. Tómate un momento antes de almorzar para relajarte.
Dedica algunos minutos a respirar con tranquilidad, deja de lado los problemas de oficina y concéntrate en disfrutar de tu almuerzo.
3. Come despacio y mastica bien.
La digestión comienza en la boca. Una buena masticación facilitará el proceso digestivo, el aprovechamiento de los nutrientes. Comer lentamente y masticar muy bien los alimentos te evitará problemas digestivos como dispepsia, gastritis, acidez y dolores abdominales.
4. No comas demasiado.
Las comidas copiosas pueden provocar somnolencia y/o molestias digestivas que dificultan el regreso al trabajo. Prefiere comidas livianas, que contengan los nutrientes necesarios. ¡Evita los excesos!
Recuerda, pensar en tu alimentación es pensar en salud. Y debes cuidarla también (y sobre todo) en tu lugar de trabajo